Mucho antes del frenesí viene la calma...
quieta y tranquila la armonia reina en un silencio absoluto, tal vez demasiado...tal vez demasiado silenciosa...
Los viejos y profundos surcos de arrugas y cicatrices aclaman con pena y nostalgia la divina paz...
antes del frenesí, antes de la locura.
Para un hombre que no tiene descanso
y en cada momento de su vida vive la paz y el frenesí
solo existe el deseo inalcanzable.
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