Qué debemos hacer cuando la ira nos domina
Cómo debemos afrontar el instinto destructor
Con qué fuerza debemos mantener nuestro deseo asesino
Cuan solitario puede llegar a estar el hombre
Sin escapar
Y darse cuenta de lo inútil de su trabajo
Existe entre mi cerebro y mi mano un acuerdo
Un acuerdo moral y social
Que no permite mi total expresión
Estoy trabajando en ello
Estoy declarándome la guerra
Estoy firme a destruirme si es necesario
Esparciré remolinos de tinta y manchas,
negras como la oscuridad y deformes
Soy mi propia derrota y soy mi propia victoria.
Cómo debemos afrontar el instinto destructor
Con qué fuerza debemos mantener nuestro deseo asesino
Cuan solitario puede llegar a estar el hombre
Sin escapar
Y darse cuenta de lo inútil de su trabajo
Existe entre mi cerebro y mi mano un acuerdo
Un acuerdo moral y social
Que no permite mi total expresión
Estoy trabajando en ello
Estoy declarándome la guerra
Estoy firme a destruirme si es necesario
Esparciré remolinos de tinta y manchas,
negras como la oscuridad y deformes
Soy mi propia derrota y soy mi propia victoria.
2 comentarios:
Encuentro sumamente interesante tu expresión de ese sentir un tanto contrapuesto con la propia personalidad.
Entiendo lo que decís con respecto al acuerdo entre tu mano y tu cerebro y comparto ese sentimiento de necesidad de destruirse a si mismo. Que siento como una mezcla de profunda obscuridad e iluminación.
Vaya y haga manchas y remolinos si a usted le parece, "maestro"
Me la vuela un poco el popurrí de escuchar un tema de Larralde seguido de Rage against the Machine, seguido de Piazzolla. Deberías agregar algo de Gipsy Kings
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